José Antonio Arellano, responsable del Grupo Kümelkan, nos describe cómo se vivió la actividad formativa que contó con el acompañamiento de Rodrigo Price (Director del SFD) y de los profesores Víctor Fre y Felipe Farías.

Nuestro campamento se vio afectado días antes por la lluvia y las bajas temperaturas en la zona. Pensamos que esto podría representar un desafío para su desarrollo, dado que no nos enfrentábamos a este tipo de condiciones desde hace años. Sin embargo, la realidad demostró lo contrario. Los niños y niñas no se vieron afectados y llevaron a cabo todas las actividades planificadas con los debidos cuidados, logrando disfrutar, reír, trabajar, aprender, comer, descansar y también jugar. Realizamos las ceremonias de promesa, progresiones y finalizamos el campamento con el fogón, el cual estoy seguro que sorprendió a todos los nuevos integrantes. Esto resalta la cultura grupal: apreciar la naturaleza junto a nuestros pares sin descuidar la salud.

Como responsable de grupo, me siento con el corazón lleno por esos tres días junto a los niños, donde pude ver que todo el trabajo y esfuerzo realizado antes del campamento tiene una recompensa tan grande como la risa de un niño de nueve años que asiste a nuestras ramas menores, apreciar el liderazgo del niño de la tropa que llegó siendo el más tímido y pequeño pero que ahora es seguido por toda su patrulla, ver el ingenio de las compañías en la celebración de Juana de Arco o recibir la entrega de la avanzada y el clan por su servicio al grupo. Estas particularidades que nos distinguen me hacen agradecer día a día la posición en la que estoy y darme cuenta del privilegio que es ver crecer a cada uno de los jóvenes del grupo.

Buena caza.